Fiestas de la Vendimia y sus orígenes

Según el historiador chileno Gonzalo Rojas A., los registros históricos más antiguos de la celebración de estas fiestas se remontan al año 1000 a.C., en las costas del Mar Mediterráneo Oriental, específicamente en la región fenicia y el antiguo Israel: “Todo indica que en Canaán, Judea, al oriente de Bakaa (actual Líbano) se mantienen hasta hoy las tradiciones festivas de las vendimias más antiguas, de las que al menos se tiene registro escrito”.

Otras festividades dedicadas al vino que se han conocido, son las del mundo antiguo grecorromano. Para el año 900 a.C., en los tiempos homéricos, los viticultores griegos de renombre, agasajaban a los pueblos cercanos cada año en las fiestas de la vendimia, asunto que redituaba poder y prestigio en la región. Posiblemente con técnicas importadas de Egipto, los griegos también fueron responsables de difundir la vitivinicultura por todo el Mediterráneo europeo, llevando con ello a sus colonias de la Península itálica, Francia e Hispania, sus tradiciones agrícolas entre ellas la celebración de las fiestas de la vendimia.

Esta fiesta griega se caracterizaba por reunir a ricos y pobres en un jolgorio que duraba días; todo que hacer político o militar quedaba olvidado y se enaltecía la profunda tradición agraria que conectaba al pueblo con sus orígenes. Al mismo tiempo se agradecía por la nueva cosecha, que renovaba el ciclo fantástico de unión entre lo terreno y lo divino, ente lo inmortal y lo perecedero, ya que el vino era el puente entre los hombres y los dioses.

Toco a los romanos, en el auge de su imperio, propagar su rudimentaria pero efectiva técnica de elaboración que consistía en pisar las uvas en lagares de piedra y dejar después fermentar el mosto de manera natural.

En la actualidad, la mayor parte de las fiestas de vendimia que se hacen el mundo incluyen el ritual del pisado de uvas.