El Vino y México

 En América la VITIS VINÍFERA llego con la conquista de los españoles.

El uso religioso del vino en la eucaristía católica justifico la exportación de las plantas a las nuevas colonias.

En aquel tiempo, además, el vino era considerado alimento, medicina y reparador de fuerzas.

La distancia, el costo y el tiempo de navegación ponían un límite al transporte de la bebida ya elaborada, lo cual llevó a promover las plantaciones en México e incluso a multar a quién no las emprendiera.

  • 1519 La Casa de Contratación de Sevilla obligó a enviar vides en cada barco para su plantación en el nuevo mundo.
  • 1524 Hernán Cortés, en sus Ordenanzas del 20 de marzo, manifiesta lo siguiente: “que cualquier vecino que tuviese indios de repartimiento, sea obligado a poner con ellos cada año, con cada cien indios que los tuviere de repartimiento, mil sarmientos, aunque sean de la planta de su tierra, escogiendo la mejor que pudiera hallar…”
  • 1594 Ya había registro de ellas en Michoacán y la iglesia poseía viñedos en Parras, Dolores, Celaya, San Luis de la Paz y Tetela del Rio.
  • 1597 Fue fundada por Lorenzo García la hacienda San Lorenzo en Parras, hoy “CASA MADERO”, la cual continuó produciendo vinos y licores.
  • 1791 El dominico Fray José Loriente creó la misión de Santo Tomás en lo que ahora es Baja California, al sur de Ensenada, y plantó los primeros sarmientos.

 

Independencia y Revolución

Con la independencia de México las medidas de prohibición quedaron sin efecto, y pronto se plantaron nuevos viñedos donde predominaron las cepas de origen francés. Sin embargo la expansión de la viticultura se vio frustrada por las turbulencias políticas.

La inseguridad en el campo y la falta de conocimientos técnicos frenaban la iniciativa de los viticultores.

  • Siglo XIX, a finales de este siglo, la familia Concannon, pionera de la viticultura en California, persuadió al gobierno mexicano para que aprovechara el potencial vitícola del país e introdujo algunas docenas de variedades francesas de vinífera en México.
  • 1900, gran parte de los viñedos mexicanos quedó destruida por la filoxera y los problemas políticos perturbaron al país durante muchos años después de la revolución de 1910.
  • 1940 fue hasta este año que renació el interés por la viticultura, cuando los granjeros sustituyeron sus campos de algodón por vides.

 

 

Industria vinícola actual.

A partir de 1940 se produjo un auténtico ascenso de la vitivinicultura mexicana, con bases más técnicas y científicas.

Los sensacionales progresos que registró la calidad de los vinos mexicanos en la última mitad del siglo XX se debieron también a la participación de empresas extranjeras.

La primera en hacer grandes inversiones fue la familia española Domecq, que se estableció en México en 1953. Las empresas españolas González-Byass y Freixenet, las francesas Hennessy y Casa Martell, las italianas Martini & Rossi y Cinzano, la japonesa Suntory y la Norteamericana Seagram también realizaron importantes inversiones en el país. Mediante esfuerzos importantes, consistentes en inversiones considerables y mucha dedicación en la producción de vino.

Por otra parte ha alcanzado una importante producción de vinos de mesa. La buena calidad de nuestros vinos ha abierto mercado tanto en Europa como en Estados Unidos y han sido merecedores de premios en concursos internacionales.

De acuerdo con el último estudio de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), realizado conjuntamente con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sobre el panorama mundial del mercado de las uvas de mesa y las pasas, México actualmente cuenta con una producción anual de 260 000 toneladas de uvas de mesa, que ha aumentado un 25 % desde el año 2000 y de la cual el 60 % se exporta, México se ha convertido en un importante actor dentro del mercado internacional.

México ha obtenido un gran estímulo de crecimiento dónde actualmente contamos con más de 150 bodegas que con arduo trabajo ponen en alto el VINO MEXICANO.